ARQUEOLOGIA

 

''El primer naufragio documentado de la época moderna es el de Xove'

EL MUSEO do Mar de San Cibrao acogió una charla sobre ‘A arqueoloxía e o mar, navengando na nosa historia’, a cargo de Ignacio Crespo Liñeiro, quien ofrecerá unas pinceladas sobre el patrimonio sumergido en la Costa norte, sobre todo en A Mariña, donde participó en el hallazgo de un pecio en Xove y formó parte del equipo que elaboró la carta arqueológica subacuática.
¿Hay mucha riqueza arqueológica en la Costa lucense?
El potencial de toda la Costa Norte es excepcional. En la conferencia abordaré el proyecto del pecio de Xove, pero también la carta o catalogación de los yacimientos hundidos en el litoral mariñano, por medio de buceadores y teledetección para plasmarlos sobre un plano. Esto tiene dos vertientes, la administrativa, porque deben ser protegidos, ya que son susceptibles de ser expoliados, y la divulgativa, para ser conocidos. Son costas difíciles de navegar, donde la climatología es importante a la hora de los naufragios. Se conocían pocos yacimientos y hubo muchas sorpresas.
No todo el mundo bucea. ¿Pensaron en mostrar los pecios a los de tierra adentro con conferencias o exposiciones?
Se divulgan dando a conocer los resultados. Se pueden hacer cosas sin que el coste sea demasiado alto, exposiciones fotográficas sin tener que extraer los materiales. Si nos atenemos a la legislación vigente, que es muy restrictiva, la convención de la Unesco para la protección de los yacimientos sumergidos recomienda mantenerlos in situ. Es factible sacar piezas, pero en algunos casos no es viable. Sin embargo, con fotos, vídeos y recreaciones se pueden dar a conocer sin necesidad de mojarse. No necesitas tocarlo.
Fuente:El Progreso a mariña




O Coído de Bares

Un estudio revela la «colosal» magnitud de la estructura subacuática

 Las prospecciones arqueológicas subacuáticas realizadas por un equipo de la empresa Argos S.L. por la parte exterior de O Coído de Bares revelaron que, «600 metros hacia fuera, en la ría, rodeando esa configuración de bloques, sigue habiendo coído, una estructura de un tamaño colosal», explica David Fernández Abella, socio y gerente de la firma encargada de supervisar los trabajos de «recolocación» de las enormes piedras de O Coído, removidas por el destructivo temporal Becky, que golpeó la costa gallega la noche del 9 al 10 de noviembre de 2010.

«Alcanzamos una profundidad de 17 metros, a 600 de distancia, y seguía habiendo un coído subacuático de unos siete metros de altura, unas dimensiones descomunales», añade este investigador de la Universidade de Santiago de Compostela, fascinado por el descubrimiento, del que ya les había alertado algún vecino de este pequeño pueblo costero de Mañón. El hallazgo refuerza la evidencia de que O Coído «no ha podido ser obra humana, por el tamaño y el peso de los bloques, toneladas y toneladas, y esa configuración hacia fuera».

«Es una formación natural, por la propia erosión del domo granítico. Por tanto, debemos suponer que no es fenicio, sino anterior, una obra magnífica que fue aprovechada desde tiempos inmemoriales por todas las culturas que pasaron por allí para tener un refugio para continuar la navegación, o realizar su actividad», recalca. Desterrar el origen fenicio, que defendió el arqueólogo Federico Maciñeira, -«auténtico prócer y visionario», subraya Fernández Abella- no le resta interés: «Es un prodigio de la naturaleza, es más antiguo y es probable que en momentos de ocupación romana o medieval haya sido reforzado, reconfigurado con los medios de la época, un poco como se hizo en 2010, para volver a ganar ese espacio y esa gran barrera natural».

El director de los trabajos acometidos en O Coído tras el paso del Becky sostiene que en lugar de una cronología, a «esta formación tan exquisita» le corresponderían «tantas como civilizaciones han recalado aquí». Una investigación en profundidad sobre este «peculiar» fenómeno y su entorno «daría muchísimas respuestas a la arqueología gallega y española sobre multitud de cuestiones». A él le correspondió exponer las conclusiones de este estudio en Zaragoza: «Fuera de Galicia O Coído es desconocido. Fue una sorpresa para todos, es fascinante como puerto y fondeadero».
Fuente:La Voz de Ferrol


 

La Armada custodiará el yacimiento de la «Ragazzona»

 El equipo de investigación de la Universidade de Santiago de Compostela que rastreó esta semana los fondos de la zona de Cariño en busca de restos del navío de la Armada Invencible Ragazzona -hundido en 1588- ha difundido al fin sus conclusiones definitivas.



Tal y como ya publicó ayer La Voz, se reitera que la falta de restos de cerámica o madera apunta a que se ha producido un expolio en los últimos años «con la pérdida de valiosa información histórica que esto conlleva». Señalan que refuerza la hipótesis de ese saqueo el estado de conservación de las piezas de artillería que sí se han localizado, «pues algunas presentan fracturas y roturas de su concreción, fruto del golpeo intencionado, a fin de ver lo que contenían en su interior».

Lo que todavía queda bajo los fondos de la ría ferrolana, a partir de ahora, estará mejor custodiado. Desde el grupo de investigación -que contó con la colaboración de la Unidad de Buceo de la Marina y la empresa de arqueología Argos, Servicios de Actividades Subacuáticas S.L.- se ha indicado que «el yacimiento arqueológico ha sido posicionado, se incluirá en la Carta arqueológica subacuática de Galicia de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consellería de Educación, Cultura e Ordenación Universitaria, y será objeto de vigilancia y protección por la Armada y demás organismos competentes».

Apuntan, además, que «a partir de ahora el trabajo realizado y el estudio posterior de los datos recabados podría determinar una datación más exacta de los restos y su identificación positiva como pertenecientes a la capitana de la Escuadra Levantisca».
 En otras palabras, se intentará poner en relación cronológica esos restos de artillería que se encontraron con la Ragazzona, un navío veneciano considerado como el mayor de la Armada Invencible. En todo caso, tal y como ya adelantó ayer a La Voz el director del proyecto, David Fernández, hay seguridad de que el naufragio que se ha estudiado es, al menos, anterior al siglo XVIII, por lo que todo apunta a que se puede tratar del afamado navío.

 

 

 

 

 

 

 Fuente:Voz de Galicia

 10 de Marzo 2013

El avión perdido de los aliados

 Restos de una aeronave que se estrelló en Calvos de Randín en la Segunda Guerra Mundial sirven hoy de cierres de fincas y cubiertas de alpendres

 Transportaba artillería de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, pero acabó convertido en cerramiento de fincas y alpendres. En su interior viajaban J. W. Srimpeon y George Benjamin Gantt, ambos ingleses, y James Douglas Morgan, Alexander Staliker, J. J. Williams y A. J. Gregg, canadienses, desde Gibraltar a Londres para abastecer a las tropas inglesas tres meses antes del día D. Entre las leyendas que hoy circulan, por su inesperado destino final, se dice que pudo también abastecer a la guerrilla gallega. Pero eso nunca se sabrá. El pasado 22 de febrero se cumplieron 69 años del accidente de un avión de carga inglés contra la peña conocida como Monteagudo, en Calvos de Randín (Ourense), pero todo lo que pudo acontecer con él sigue siendo un misterio.

 

El lugar del impacto, situado a escasos 40 metros de la frontera con Portugal, hizo que aquel fatídico día los vecinos de Vilar y Vilariño, en Calvos de Randín, temiesen una invasión de los ejércitos portugueses. «Eran as catro da mañá e de pronto sentimos un estrondo enorme, parecía que nos bombardeaban», asegura escondido tras la puerta de su casa Enrique Vázquez. Él vivió aquella escena y sus temores no eran en vano. El avión, que ya había rasgado su fuselaje al colisionar con el último monte en territorio portugués, acabó impactando con el de Monteagudo y se arrastró por una de sus laderas a lo largo de 800 metros dejando un rastro de fuego que pronto alcanzó los tambores de balas y los explosivos que transportaba en su interior. «Aquilo comezou a explotar que metía medo. Parecía unha guerra», añade Vázquez. Así lo hizo durante seis horas bajo una columna de fuego.

Sobre las diez de la mañana del día siguiente, gentes de Vilar, el pueblo más próximo al monte en el lado gallego, y de Sabucedo, el más cercano por la parte portuguesa, acudieron al lugar del siniestro. Pronto supieron que se trataba de un avión militar. «Vin ao piloto enganchado nas matogueiras. Saíu despedido co asento posto», dice Remedios Salgado, vecina de Vilar, con temor en su rostro. En el sitio ya estaban los gendarmes portugueses y la Guardia Civil. Los primeros, más rápidos en llegar, forjaron una controvertida leyenda a ambos lados de la frontera que dice que llegaron a arrancar el dedo de alguno de los tripulantes para quitarle su anillo de oro. Del lado portugués, testigos del accidente dicen atribuyen los hechos a la Guardia Civil. En cualquier caso, ambas versiones coinciden en que el resto de la carga (munición, artillería y comida) o bien ardió en las horas posteriores al accidente o quedó tirada por el monte como un incomprensible recuerdo de los movimientos de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Reciclaje gallego

Pero, aunque tuvieron que pasar siete años para que las embajadas diesen con sus militares y los repatriasen, los gallegos tardaron unos días en dar cuenta de los restos del avión. Las chapas del fuselaje, de menor valor, fueron transportadas a las aldeas y con ellas se cerraron establos, se hicieron puertas y aún hoy, 69 años después, son el mejor testigo de un avión olvidado por los aliados pero bien aprovechado por los gallegos.
Fuente:Voz de Galicia 

2 Febrero 2013

La Armada documenta 1580 naufragios de buques en aguas españolas desde el siglo XIII

La Armada ha creado una base de datos de naufragios para registrar todos los barcos hundidos de los que existe constancia en sus archivos navales, con la identificación de 1.580 naufragios de buques españoles o de otra nacionalidad sumergidos en aguas jurisdiccionales españolas desde el siglo XIII, según ha informado el Ministerio de Defensa.
Este proyecto comenzó en 2011 y ha continuado, en una segunda fase, durante el último trimestre de 2012. Entre los resultados recogidos, destaca que las zonas de mayor presencia de pecios son las costas de la Península Ibérica y del Caribe, consecuencia en este último caso del intenso tráfico marítimo mantenido con América durante más de tres siglos.
De los 1.580 naufragios registrados hasta ahora existe referencia de la localización en el 75 por ciento de los casos (1.176). Por áreas geográficas, Europa acumula el 59,3 por ciento de los registros documentados y, solo España, aporta, la mitad con 596 naufragios.
A estas zonas les siguen América del Norte, Central y el Caribe, donde se han identificado el 26,7 por ciento de barcos hundidos (314), la mayor parte de ellos en las costas de Cuba (176). En América del Sur se han catalogado el 6,8 por ciento del total (80); en Extremo Oriente y Australia, el 5,4 %, en especial en las costas de Filipinas, donde se concentran 50 naufragios y, por último, en el norte de África existe constancia de 21 hundimientos.
El informe señala que en ocho de cada diez de los registros se conoce la fecha del naufragio. Por siglos, es el XVIII el que se han documentado mayor número de hundimientos, con 390, mientras que le siguen en orden descendente los siglos XX (307), XIX (239), XVI (238) y XVII (147).
Entre los siglos XIII y XV se han catalogado 16 naufragios, si bien los archivos de la Armada custodian documentación original desde 1767, por lo que Defensa afirma que las entradas anteriores a esa fecha son menores y proceden de fuentes documentales secundarias y bibliográficas. Entre estas últimas destacan las obras del marino e historiador naval Cesáreo Fernández Duro, publicadas en la segunda mitad del XIX.
Otra referencia significativa presente en la base de datos es la tipología del barco, un dato conocido en el 84 por ciento de los casos, y que comprende más de 50 modalidades diferentes, desde pequeñas embarcaciones pesqueras hasta barcos comerciales y de guerra.
Así, el navío, buque de combate por excelencia del siglo XVIII, es del que se han consignado mayor número de naufragios, con 182; seguido por el laúd (141), una embarcación pesquera; el vapor (140), en sus distintas configuraciones como correo, trasatlántico, mercante
o de ruedas; la nao (101), que formó la base de las flotas que aseguraron la navegación con las Indias hasta la segunda mitad del siglo XVII; y la fragata (98), buque de menor porte que los navíos, que apareció en el siglo XVII y se adaptó en los siglos posteriores a la aparición del vapor y a la navegación moderna.
Defensa ha resaltado que los datos recogidos pueden ser de gran valor para futuras investigaciones sobre la búsqueda e identificación de pecios, y también servirán como medida preventiva para proteger el patrimonio subacuático de la amenaza del expolio.
Así se ha puesto de relieve recientemente en el litigio contra la compañía Odyssey Marine Exploration. La aportación del Archivo General de la Marina contribuyó a que un tribunal estadounidense fallara hace un año a favor del Gobierno de España
Financiado por la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural del Ministerio de Defensa, el trabajo ha sido coordinado por el Subsistema Archivístico de la Armada y se ha llevado a cabo inicialmente en tres de los siete archivos de la Armada: el Archivo General de la Marina Alvaro de Bazán, en Viso del Marqués (Ciudad Real); el Archivo del Museo Naval, en Madrid; y el Archivo Naval de Cartagena, en Murcia.
Fuente:La Razon

17 Enero 2013

Encuentran en el pecio de un barco romano un botiquín de hace 2.000 años

En el botiquín se han encontrado conservadas cuatro raras pastillas medicinales

Alrededor del 120 aC, el Relitto del Pozzino, un buque de transporte marítimo romano, se hundió frente a la costa de la Toscana. Más de dos milenios después, en los años 1980 y 90, un equipo enviado por la Superintendencia Arqueológica de Toscana comenzó a excavar las ruinas, acarreando hasta planchas de madera podrida.
"No fue una tarea fácil. El pecio está cubierto por plantas marinas y sus raíces. Esto hace que sea difícil de excavar", dijo el arqueólogo submarino Enrico Ciabatti. "Pero nuestros esfuerzos valieron la pena, ya que descubrimos un cargamento único y heterogéneo".
Esa carga incluía recipientes de cerámica hechos para llevar vino, ánforas, copas de cristal de la zona de Palestina y lámparas de Asia menor. Pero en 2004, los arqueólogos descubrieron que también incluía algo aún más interesante: los restos de un botiquín de 2.000 años de antigüedad.
Aunque el propio botiquín - que había pertenecido probablemente a un doctor romano - al parecer fue destruido, los investigadores descubrieron un gancho de cirugía, un mortero, 136 frascos de medicamentos de madera y varios vasos de estaño cilíndricos (llamados pyxides) todos agrupados juntos en el fondo del océano. Cuando hicieron una radiografía de los pyxides, vieron que uno de ellos tenía un número de objetos en capas en el interior: cinco relativamente planas tabletas circulares medicinales grises. Debido a que habían sido selladas en el buque en envases de hojalata, las píldoras se había mantenido completamente secas en los últimos miles de años, proporcionando una oportunidad tentadora para nosotros para saber qué es exactamente lo que usaban con fines medicinales los antiguos romanos

Ahora bien, tal como se revela ayer en un artículo en la revista de la Academia Nacional de Ciencias, un equipo de químicos italianos ha llevado a cabo un análisis químico completo de las pastillas por primera vez. ¿Su conclusión? Las pastillas contienen un número de compuestos de zinc, así como óxido de hierro, almidón, cera de abejas, resina de pino y otros materiales derivados de las plantas típicas de la huerta, incluyendo zanahoria, rábano, perejil, apio, cebolla y col silvestre. También fueron parte de la mezcla los más exóticos alfalfa, milenrama y el hibisco. Una de las pastillas parece tener la impresión de una pieza de tela en un lado, lo que indica que puede haber sido una vez envuelta en tejido con el fin de evitar que se desmoronase.

De acuerdo con su forma y composición, los investigadores dicen que las tabletas pueden haber servido como una especie de medicina para los ojos o lavaojos. El nombre latino para lavaojos (colirio), de hecho, viene de la palabra griega κoλλυρα, que significa "panes redondos pequeños".
A pesar de que aún está por verse cuán eficaz habría sido este tipo de compuesto como un tratamiento real del ojo, no obstante, la rara visión de las prácticas medicinales de la era romana es fascinante. La gran mayoría de nuestros conocimientos de la medicina antigua provienen de los escritos, que pueden variar en exactitud y carecen de detalles cruciales - por lo que la presencia de evidencia física real es especialmente emocionante.
Fuente:Vista al mar
 

 

16 Enero 2013


El mar del Norte libera el pecio español "Ulpiano" después de 142 años


El mar del Norte ha liberado varios pecios históricos en aguas de la costa norte frisia alemana a la altura de la isla de Süderoog, entre los que figura la nave española "Ulpiano", que embarrancó y se hundió en la Navidad de 1870.


El rotativo local Schleswig Holsteinischer Zeitungsverlag informa hoy en su edición digital de que la pequeña nave de carga española ha quedado completamente al descubierto y su casco de hierro se puede apreciar casi completo con marea baja.

"Son imágenes que no he visto en mi vida", declara en ese medio Hans Joachim Kühn, director emérito del Instituto Arqueológico del estado federado de Schleswig Holstein, quien reconoce que nunca en sus muchos años de servicio el mar liberó de manera tan espectacular un pecio histórico.

Tras subrayar que "lo que hoy podemos ver aquí no volveremos a verlo así nunca mas", Kühn explica que el banco de arena que apresó el "Ulpiano" se encuentra en movimiento permanente y acabará enterrando de nuevo bajo su arena y el mar los restos de la nave, si antes el oleaje no rompe su casco carcomido.

El "Ulpiano" embarrancó hace 142 años en el banco de arena ante la isla de Süderoog tras verse atrapado por el hielo en uno de los mas crudos inviernos registrados en el mar del Norte.

Su tripulación de doce hombres pudo ponerse a salvo el día de Navidad de 1870 en un bote y fue rescatada poco después por los habitantes de la pequeña isla frisia, que les trataron "como hijos y no como náufragos", señala Kühn recordando las palabras de agradecimiento de los marinos españoles.

El arqueólogo alemán explica que tras embarrancar la nave española los habitantes de la isla recuperaron todo lo que podía llevar a bordo de valor, aunque no supo dar información acerca de la carga comercial.

Junto al "Ulpiano", el mar del Norte ha liberado también a escasa distancia los restos de un velero de carga de principios del siglo XVIII, así como los de otras naves aún por identificar.

El banco de arena ante la isla de Süderoog es uno de los mayores de la costa del norte de Frisia, región donde desde 1600 se han registrado mas de 800 naufragios tras embarrancar las distintas naves.

Fuente:Diario .es

El mayor pecio fenicio hallado en el Mediterráneo

Bajo las aguas de la isla Grosa y la isla del Farallón, en la costa murciana de la Manga del Mar Menor, se halla el yacimiento subacuático del Bajo de la Campana, un lugar que hace más de 2.600 años era una ruta marítima asidua de los fenicios y donde más de uno se hundió para siempre con todo su cargamento. Uno de aquellos naufragios se ha convertido en el pecio más grande hallado hasta el momento en el Mediterráneo. Se trata de un navío fenicio de 20 metros de eslora que se hundió en estas aguas en el siglo VII a.C. y que, según han revelado sucesivas campañas arqueológicas, iba cargado con una valiosa mercancía destinada al comercio con la élite social de la época. El navío, del que ya se han recuperado más de 1.000 piezas fenicias, transportaba, además de ánforas, vasijas y otros objetos de cerámica, una enorme cantidad de colmillos de marfil, lingotes de bronce, estaño y cobre, y un valioso pedestal de piedra.

Al frente del rescate de este espectacular tesoro submarino se halla un equipo de arqueólogos procedentes de once países que, gracias a un acuerdo internacional entre el Instituto de Arqueología Náutica (INA, por sus siglas en inglés, de Texas), el Ministerio de Cultura de España y el gobierno autonómico de Murcia, han llevado a cabo este verano la cuarta campaña arqueológica. “La primera campaña completa del pecio se realizó en verano de 2008 gracias al patrocinio de National Geographic y al apoyo del INA y del Ministerio de Cultura de España, que ha actuado a través del ARQUA (Museo Nacional de Arqueología Subacuática), de Murcia”, explica el español Juan Pinedo, codirector de las excavaciones del pecio junto con Mark Polzer, investigador del INA. Parece que lo que se ha extraído hasta el momento es sólo una mínima parte de lo que hay en el fondo del mar, por lo que hay trabajo para rato.
Fuente:Antrophistoria


La Xunta enviará al Museo do Mar la moneda y piezas de bronce de Cabo Silleiro

Varios meses después de su entrega, Patrimonio aún no ha sido capaz de identificar la procedencia de los objetos

La moneda de plata y las piezas de bronce halladas en Cabo Silleiro y entregadas en la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural hace siete meses serán trasladadas al Museo do Mar de Galicia. La Consellería de Cultura ha informado de que será en el museo vigués donde se estudie la identidad y procedencia de las piezas.

Desde que los objetos fueron entregadas en Santiago por Pedro Novalbos, la Xunta de Galicia no ha podido determinar la entidad del pecio donde fueron encontradas porque no ha enviado a ningún arqueólogo a la zona. Cuando Pedro Novalbos acudió a la Dirección Xeral de Patrimonio se ofreció para dar toda la información al respecto del hallazgo que realizó un conocido suyo. Sin embargo, hasta el momento nadie ha requerido su colaboración.

Esta circunstancia es muy peligrosa porque no se puede valorar el potencial arqueológico del yacimiento subacuático. Podría tratarse de unas pocas monedas, pero también de un tesoro de grandes proporciones. Además, al no estar catalogado el yacimiento, las fuerzas de seguridad del Estado no tienen capacidad para proteger este pecio.

La escasez de presupuesto puede ser una de las causas de la ausencia de investigaciones oficiales en la zona. Según expertos consultados por La Voz, una somera exploración subacuática podría costar alrededor de tres mil euros.

La moneda y varios objetos de bronce, que podrían pertenecer a un timón, fueron entregados el pasado 27 de marzo en la Consellería de Cultura por el exsubmarinista Pedro Novalbos, la misma persona que en los años ochenta halló dos culebrinas de bronce en el mismo lugar, en las inmediaciones de Cabo Silleiro. Sin embargo, el descubrimiento fue realizado por otra persona, que pidió consejo a Novalbos debido a la experiencia de este en circunstancias parecidas.


Florín del siglo XIX
A falta del informe oficial que deberán hacer los expertos del Museo do Mar de Galicia, una investigación realizada por La Voz arroja grandes similitudes entre esta pieza y algunas monedas inglesas. Concretamente, con los florines acuñados a partir de mediados del siglo XIX, durante el reinado de Victoria I. La estructura del reverso es aparentemente exacta a los florines acuñados a partir de 1847, cuando en Inglaterra se toma la decisión de emitir decimales de libra. La primera moneda, emitida en el años 1849, era común porque retrataba a la reina con una corona, algo que no se producía desde hacía doscientos años, y porque se omitía la expresión Gratia Dei por lo que se le llamó el florín ateo. En el reverso se inscribe la leyenda «Un florín una décima parte de una libra», con escudos cruciformes con una rosa, un cardo, otra rosa y un trébol en los ángulos y una rosa en el centro. Estos elementos son los símbolos de algunos de los territorios que componían el Reino Unido en aquella época. Todo este conjunto está circunscrito en una circunferencia. Aunque no se aprecia bien, el tipo de letra de la leyenda es gótica lo que remite al año 1852, cuando estas piezas aumentaron de diámetro.
La decisión de enviar las piezas a Vigo certifica la política patrimonial de la Xunta de Galicia que ha otorgado al Museo do Mar de Galicia la capitalidad del patrimonio subacuático gallego. Hace cuatro años, cuando la Xunta estaba gobernada por el PSdeG-PSOE y el BNG, se anunció la intención de construir junto al museo de Alcabre el Centro de Arqueoloxía Subacuática, elemento recomendado para todas las autonomías costeras en el Libro Verde del plan de protección del patrimonio subacuático realizado por el Ministerio de Educación y Cultura.
El regreso del Partido Popular al Gobierno autónomo provocó la desaparición de aquel proyecto. La prioridad entonces fue realizar el inventario de yacimientos arqueológicos subacuáticos. Para acometer estos trabajos, la Consellería de Cultura e Turismo acondicionó varios espacios en los sótanos del Museo del Mar para crear los laboratorios donde tratar y conservar los restos arqueológicos. El director general de Patrimonio Cultural, José Manuel Rey Pichel, confirmó en el Parlamento de Galicia que no se construiría el centro, pero sí que se potenciaría el Museo do Mar, a su juicio, «el lugar apropiado para acoger y conservar las piezas arqueológicas extraídas de las campañas en las costas gallegas».
Patrimonio no ha enviado ningún experto a valorar el potencial del yacimiento
Al no estar catalogado el pecio tampoco pueden ser protegido
Fuente: Voz de Galicia

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Un operativo contra el expolio del Patrimonio Histórico recupera piezas en A Coruña y Pontevedra

La Guardia Civil incauta miles de objetos de yacimientos arqueológicos en 19 provincias

Miles de objetos procedentes de yacimientos arqueológicos marítimos y terrestres han sido incautados por la Guardia Civil dentro de la operación Piteros, acometida en 19 provincias para prevenir el expolio del Patrimonio Histórico nacional, ha informado hoy el instituto armado.
La Guardia Civil ha realizado 1.649 operaciones, en las que se han realizado 751 inspecciones, se han identificado a 139 personas y se han formulado 67 denuncias administrativas, 31 de las cuales responden a la Ley sobre Patrimonio Histórico, ha precisado la Guardia Civil.
Los miles de objetos incautados proceden de yacimientos terrestres y de pecios, entre los que se incluyen detectores de metales, planos cartográficos y material para la limpieza de los objetos expoliados.
En el marco de la citada operación, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil ha identificado diez embarcaciones y detectado la presencia de buques con radares especializados y buceadores que se dedican a expoliar pecios de la costa española.
La Guardia Civil se ha centrado en la detención de personas o grupos dedicados a este tipo de expolios mediante el uso de aparatos detectores de metales en tierra, o bien a través de tecnología radar para la detección de los bienes sumergidos bajo el mar.
Esta operación pretende sensibilizar a la ciudadanía para evitar la apropiación indebida de bienes que constituyen Patrimonio Histórico Español, utilizando detectores en zonas donde se tiene conocimiento de yacimientos arqueológicos que no están siendo protegidos, para posteriormente comercializarlos de forma ilegal.
Esta operación ha sido llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) en localidades de Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva, Granada, Jaén, Almería, Sevilla, Cuenca, Cuidad Real, Toledo, Valladolid, Soria, Cáceres, Badajoz, Pontevedra, A Coruña, Murcia y Alicante, detalla la Guardia Civil.
Fuente: Voz de Galicia

No hay comentarios:

Publicar un comentario